Caminar puede ser una experiencia perceptual sorprendente, si sabe cómo hacerlo; el mejor ejercicio; incluso, es materia de reflexión filosófica, es el paso más significativo de los hombres desde que se levantaron del suelo, pero en Ciudad Juárez es necesidad extrema para el peatón.
1- DE LAS BANQUETAS
Una banqueta es una banqueta, pero no, en Ciudad Juárez son abismos, declives sinuosos, estrechas planchas de concreto desmoronado, de medidas caóticas, llenas de fosos sin tapa, en las que un peatón puede tener un accidente, sobre todo, si ese ciudadano es de la tercera edad, imposible caminar por ellas.
EL AGANDALLE DE LAS BANQUETAS
Los propietarios y concesionarios de las llamadas “tiendas de conveniencia” al establecer sus negocios lo primero que hacen es desaparecer las banquetas. Tramos de hasta 200 metros funcionan como entradas libres para sus clientes, quienes con sus vehículos pueden arribar a la velocidad “que lleva el diablo” por su six-pac de cervezas y si el peatón no los esquivan o no detiene su marcha, así: se lo llevan.
Los encargados o propietarios que utilizan las baquetas frente a su negocio como estacionamiento, de tal forma que es imposible para el peatón hacer uso de ellas, con el riesgo de caminar sobre la calle, más peligroso si es avenida.
2- DEL TRANSPORTE
Cuando el chofer arrolla al pasajero al bajar del camión, porque el chofer no se detiene por completo; cuando los pasajeros son atropellados en una vuelta de la unidad o al echarse en reversa para estacionarlo en la calle, por falta de estaciones decentes; cuando a la ruta le fallan los frenos, con lo que va a dar a la sala de una vivienda en una colonia, seguido se reporta, pero lo más frecuente son los choques por conducir con exceso de velocidad.
3- LAS LESIONES Y LOS MALTRATOS
Para las personas de la tercera edad es un calvario que soportar desde el mismo ascenso al camión, por expresiones lacónicas, como gestos o de plano insultos al mostrar su credencial de descuento por el servicio a adultos mayores, lo que los convierte en ciudadanos de tercera clase.
Los arrancones de velocidad que hacen los choferes, que llevan su tiempo no el de sus usuarios, provocan caídas; la vulgaridad del chofer y sus “amiguis patibularios que conversan como en cualquier cantina rascuache; la intimidación y en muchas ocasiones la agresión física de los conductores a los usuarios cuando reclaman el mal servicio.
4- LA CIUDAD Y LOS PERROS
Es seguido que cuando un peatón cruce su colonia o una ajena rumbo a un asunto, lo atosigue una jauría con una escandalera, cuando los perros no muerden en el mejor de los casos, porque en otros se vienen contra él dispuestos al franco ataque; un caminante podría hacer un contero rápido para una muestreo y podría concluir que por cada domicilio existen 5 perros sueltos en la calle y un propietario negligente.
5- DE ASALTANTES Y MALABARES
Sobre todo en estos tiempos que vive Ciudad Juárez, además del crimen organizado, la delincuencia común se desató; si alguna vez la autoridad municipal y estatal levantaron los brazos en favor de la seguridad, ahora los bajaron; el peatón puede reportar todo tipo de asaltos en las calles.
A falta de banquetas seguras, el peatón debe caminar por la calle, por lo que tiene ya cierta habilidad para el toreo de asfalto, sobre todo cuando el toro mecánico viene por la espalda al circular contrario en vías de un solo sentido vial; cruzar intersecciones con semáforos larguísimos en los que el caminante no completa la travesía en luz verde; los “semialtos”, la falta de cortesía de los conductores y la intolerancia extrema que provoca que embista al peatón.
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